Cómo educar un Niño Especial
Introducción EVALUACION
Y DIAGNOSTICO
Si el desarrollo neurológico de un niño se
demuestra por la sana internación entre el niño y su medio ambiente,
cuando esto no suceda deberán buscarse las causas que lo han provocado. Para hacer esto, es
preciso avaluar la magnitud déficit
en relación, no sólo con la presentación de una función, sino
con la calidad de esa función y el momento de su aparición desde el
punto de vista cronológico. pero antes de saber cómo evaluar, deberíamos
conocer cómo vamos a evaluar. Y esa evaluación está dirigida, está
relacionada con el funcionamiento de su sistema nervioso. Va
directamente al desarrollo neurológico del niño, porque toda
actividad, toda función nueva, toda habilidad que un niño adquiere,
está relacionada con el funcionamiento de su sistema nervioso. El
sistema nervioso empieza su formación desde la mitad del primer
trimestre del embarazo y a partir de ese momento, durante la etapa de la
gestación y durante los cinco primeros años de vida, se considera como
la etapa más importante de desarrollo desde el punto de vista neurológico. La etapa crítica de ese
desarrollo se considera hasta
los primeros tres años, porque es la etapa en que se produce el mayor número
de células del cerebro, y cuanto es más débil a cualquier agente que
pueda lesionarlo. La forma de alterar el
correcto desarrollo será lesionando
las neuronas – células cerebrales existentes en el momento de la
agresión - , o impidiendo la formación de nuevas neuronas o impidiendo
la adecuada y progresiva comunicación entre ellas. Esta intercomunicación de
las neuronas, da lugar a la formación de circuitos funcionales de
diferentes áreas del sistema nervioso. Esas áreas cerebrales son la
base estructural fundamental en la adquisición de las diferentes
funciones en cuanto a las habilidades motoras, sensitivas, de los órganos
de los sentidos, de la comprensión, del lenguaje, formación del
pensamiento, etc. Para evaluar el sistema
nervioso del niño, necesitan tres tipos de evaluaciones fundamentales: 1.
Evaluación
médica. 2.
Evaluación
psicológica. 3.
Evaluación
psicopedagógica. En lo que nos compete, que
es la evaluación médica, ésta nos da el estado general de la salud
del niño con deficiencia mental, por eso el examen pediátrico de todo
niño es fundamental para descartar en él algún otro tipo de
enfermedades asociadas en le niño deficiente, y además para prevenir
enfermedades intercurrentes, generalmente de tipo infeccioso que se
pueden prevenir hoy día muy fácilmente, con la adecuada aplicación de
las vacunas. Bajo ningún aspecto ningún niño deficiente mental debe
dejar de vacunarse. El examen médico neurológico
avaluará el compromiso real de las deficiencias del sistema nervioso,
en ese niño, en relación a su a su real potencial personal, familiar o
cronológico. Igualmente una evaluación desde el punto de vista
auditivo y visual, como de las inadecuadas posturas, será conveniente,
para corregir alteraciones en las áreas oftalmológica, auditiva y
ortopédica. De la evaluación médica
neurológica, se determinará el estado actual del niño deficiente
mental y posibles causas. Sabiendo eso, podemos
determinar el pronóstico, según la deficiencia mental, sea progresiva,
o secuela de un proceso pasado. Y también servirá para avaluar el pronóstico,
el potencial de adquisición de nuevas habilidades. Para esas
evaluaciones servirá el examen médico neurológico, y otras
especialidades ya mencionadas, así como otras especialidades médicas,
por ejemplo endocrinología, cuando es necesario. Entre los exámenes de
laboratorio que se solicitan, y que pueden ser de utilidad para el
estudio del deficiente
mental son necesarios: 1.
Estudio genético : Las alteraciones de los
genes, tanto del niño como de sus padres. Esto es importante para la
confirmación de ciertas enfermedades neurológicas y hereditarias. 2.
Electroencefalograma: Que determina el grado de
maduración bioeléctrica cerebral del niño, y además ayudará para la
clasificación que puede presentar un niño con discapacidad mental. 3.
Escanografía cerebral o tomografía axial
computarizada, da alteración en la forma y desarrollo del cerebro, y
descartaría patologías asociadas progresivas. Salvo muy contadas excepciones, las radiografías
simples de cráneo no tienen en este momento una indicación
significativa. Controles:. A todo niño deficiente
mental, se le hará un plan de rehabilitación según sus necesidades en
las diferentes evaluaciones. Deberán tener evaluaciones médicas neurológicas
periódicas, cada 2 ó 3 meses, mínimo cada 6 meses, o más cercano si
es necesario, como por
ejemplo en caso de complicaciones como convulsiones, o alguna enfermedad
adicional que se presenta. Un niño deficiente mental
deberá ser un niño sano en todos los aspectos de la salud y deberá
estar apto para un funcionamiento dentro del medio social al cual
pertenezca. Además su buen estado de salud supervisada le permitirá
participar en otro tipo de actividades, como las deportivas, laborales,
etc. La intención y supervisión
de un deficiente mental, es para toda la vida, no sólo durante su
infancia y juventud paras adquirir el máximo de sus potenciales, sino
posteriormente para mantenerse en forma adecuada el funcionamiento de lo
que ha aprendido o es capaz de hacer. Sería lastimoso que después
de integrarse un muchacho deficiente mental, a su familia y a su
comunidad, se le abandonara por pensar que ya se hizo lo que había que
hacer, porque se pueden presentar retrocesos injustificados. Nunca y a ninguna edad hay
que bajar la guardia, ni en las atenciones, ni en la supervisión , ni
en el amor. M.D. Hernando Rodríguez
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