Retraso
Mental de acuerdo a leyes en U.S.A.
Traduccion de ERIC EC Digest #E528
Autora: Hawkins-Shepard, Charlotte
sept 1994
¿Qué Es El Retraso Mental?
Se encuentra una definición del retraso mental en la Ley Pública 101-476, la Ley
de Educación de los Individuos con Desabilidades (IDEA) de 1990.
El retraso mental significa el funcionamiento intelectual general a un nivel
significantemente abajo del promedio que existe concurrentemente con déficiencia
en la conducta de adaptación y se manifiesta durante el período de desarrollo,
afectando adversamente al normal rendimiento educativo del niño.
En su manual de 1992 sobre la definición y clasificación, la Asociación
Americana de Retraso Mental (AAMR) ofrece la siguiente definición: El retraso mental se refiere a limitaciones
sustanciales del funcionamiento actual. Se caracteriza por el funcionamiento intelectual a un nivel significantemente abajo del promedio que existe concurrentemente con limitaciones relacionadas con dos o más de las siguientes áreas de destrezas
aplicables: la Comunicación, la automanutención, las destrezas sociales, el uso comunitario, la
independencia, la salud y seguridad, la academia funcional, el relajamiento y el trabajo. El retraso mental se manifiesta antes de los 18 años.
El funcionamiento intelectual a un nivel significantemente abajo del promedio
significa una calificación de cociente intelectual de 70 a 75 en una prueba
estandarizada de la inteligencia individual. Las limitaciones relacionadas se
refieren a las limitaciones de destrezas de adaptación que están más bien
relacionadas con las aplicaciones funcionales que con otras circunstancias tales
como la diversidad cultural o una deficiencia sensorial.
¿Cómo Difiere La Nueva Definición De La AAMR De Las Anteriores?
La definición de AAMR de 1991 representa un cambio significante de la manera en
que se percibe el retraso mental. En lugar de describir el retraso mental como
un estado de incompetencia global, la nueva percepción se refiere a un patrón de
limitaciones, viendo cómo funciona la gente en los diferentes contextos de la
vida cotidiana. Esta definición se basa en cuatro premisas: (1) Una evaluación
válida considera la diversidad cultural y lingüística además de los factores de
comunicación y conducta; (2) La existencia de limitaciones de las destrezas de
adaptación dentro del contexto del ámbito comunitario típico de los semejantes
del individual de la misma edad y está indexada a las necesidades individualizadas de apoyo de la persona; (3) Las limitaciones de adaptación
específicas a menudo coexisten con aciertos en otras destrezas de adaptación u
otras capacidades personales; (4) Con los apoyos apropiados durante un período
continuo, el funcionamiento vital de la persona con retraso mental generalmente
mejora.
En lugar de limitar la evaluación a las destrezas intelectuales y de adaptación,
la definición actual de la AAMR depende de un enfoque multidimensional para
describir a los individuos y evaluar sus respuestas al crecimiento actual, los
cambios del ámbito, las actividades educativas y las intervenciones terapéuticas:
Dimensión I: Funcionamiento intelectual y destrezas de adaptación
Dimensión II: Consideraciones psicológicas y emocionales
Dimensión III: Consideraciones etiológicas, físicas, y de salud
Dimensión IV: Consideraciones ambientales
¿Que Es el Apoyo?
El concepto de apoyos, tal como lo describe AAMR, se refiere a ciertos recursos
y estrategias proporcionados a las personas con retraso mental que mejoran su
independencia/ interdependencia, productividad, integración en la comunidad, y
satisfacción. Dichos apoyos pueden provenir de la tecnología, los individuos, y
las agencias o los proveedores de servicio. Se pueden agrupar los apoyos en ocho
tipos de funciones: (1) la amistad, (2) la planeación financiera, (3) la
asistencia para empleados, (4) el apoyo a la conducta, (5) la asistencia de
planta, (6) el acceso a, o el uso de la comunidad, (7) la atención a la salud,
(8) la instrucción (Schalock y otros, 1994)
El concepto de apoyos de la AAMR incluye la designación de uno de cuatro niveles
de intensidad a cada apoyo: (1) los intermitentes, o "cuando sean necesarios,"
los cuales se consideran apoyos a corto plazo, tales como durante una crisis
médica aguda; (2) los limitados, los cuales son los apoyos que se necesitan con
regularidad pero por un plazo corto, tales como la asistencia para empleados
para superar un déficit de destrezas relacionadas con el empleo; (3) los
extensivos, considerados como continuos y regulares tales como el apoyo de
alguien de planta a largo plazo; (4) los penetrantes, considerados como constantes y que potencialmente sostienen la vida, tales como la atención de un
asistente, la atención médica especializada, o una ayuda para tomar medicamentos.
La definición actual de la AAMR incorpora un procedimiento de tres pasos para
diagnosticar, clasificar y determinar los apoyos necesarios para el individual
con retraso mental: (1) determinar su elegibilidad para el apoyo (cociente
intelectual de 70 - 75 o menos, discapadidades significantes en dos o más áreas
de destrezas de adaptación, edad de inicio menos de 18 años); (2) identificar
los puntos fuertes y débiles y la necesidad de apoyo a través de las cuatro
dimensiones—el funcionamiento intelectual y destrezas de adaptación; las
consideraciones psicológicas y emocionales; las consideraciones etiológicas,
físicas, y de salud; y las consideraciones ambientales; (3) identificar la clase
y la intensidad de los apoyos necesarios para cada una de las cuatro dimensiones.
¿Cuántos Niños Tendrán Retraso Mental?
De acuerdo con el Departamento de Educación de los Estados Unidos (Quinceavo
Informe Anual al Congreso sobre la Ejecución de la Ley de Educación de los
Individuos con Discapacidades, 1993, pga. A 60), durante el año escolar de
1991-82, 554,247 niños entre las edades de 6 y 21 fueron clasificados con
retraso mental y recibían servicios educativos bajo IDEA, Parte B, y el Capítulo
1 de la Ley de Educación Primaria y Secundaria (ESEA), Programas Operados por
los Estados. Los informes individuales de los Estados para el año escolar
1991-92 indicaron una variación del número de dichos estudiantes desde un total
de 436 (Alaska) y 625 (Wyoming) hasta 32,660 (Pensilvania) y 41,933 (Ohio).
¿Cuáles Son Unas De Las Características Tipicas De Los Niños Con Retraso Mental?
Entre los individuos con retraso mental, hay una amplia gama de capacidades,
desabilidades, puntos fuertes, y necesidades de apoyo. Es común encontrar una
demora de lenguaje y el desarrollo motor significativamente por abajo de las
normas de sus semejantes sin retraso mental. Los niños más seriamente afectados
experimentan demoras en tales áreas como el desarrollo de las destrezas motoras
tales como la movilidad, la imagen corporal, y el control de las funciones
corporales. En comparación con sus semejantes normales, los niños con retraso
mental en general pueden tener una estatura y el peso por abajo de la norma,
experimentar más problemas de habla, y tener una incidencia más alta de
deficiencias de vista y oído.
Al contrario de sus compañeros de salón, los estudiantes con retraso mental
seguido tienen problemas con la atención, la percepción, la memoria, la
resolución de problemas y el pensar con lógica. Son más lentos en aprender cómo
aprender, y lo encuentran más difícil aplicar lo que aprenden a situaciones o
problemas nuevos. Algunos profesionistas explican estos patrones al afirmar que
los niños con retraso mental tienen diferentes déficits cualitativos de
cognición o memoria. Otros creen que los niños con retraso mental atraviesan los
mismos pasos de desarrollo que aquellos sin retraso mental, aunque a un paso más
lento, y alcanzan niveles más bajos de funcionamiento global. Muchas personas con retraso mental son afectadas sólo de una manera mínima, y
funcionan sólo un poco más lento que el promedio en aprender nuevas destrezas e
información.
¿Cuáles Son Algunas Implicaciones Educativas?
En el caso de los niños más jóvenes con retraso mental y las personas con
limitaciones más extensivas de sus destrezas de adaptación, los maestros podrán
encontrar que los materiales más manuales podrán ser más significativos que las
imágenes, y las demostraciones más instructivas que las instrucciones verbales.
Los maestros deben construir sobre la base de las destrezas ya existentes de los
estudiantes, enseñando tareas más fáciles antes de las tareas más complejas;
dividir las tareas nuevas y más largas en pasos pequeños; y dar pistas o moldear
el rendimiento preciso. Los maestros deben ayudarles a los estudiantes a
desarrollar reglas y proporcionar las oportunidades de aplicarlas o transferir
lo que han aprendido. Pueden ayudarles a los estudiantes a generalizar con el
uso de múltiples ejemplos y ambientes.
Sería de utilidad para los estudiantes con retraso mental si se les impartieran
sesiones de aprendizaje distribuidas (no masivas) en el proceso de instrucción,
especialmente en los ámbitos de la escuela, casa, comunidad y trabajo. Desde una
edad temprana se les deben enseñar las destrezas de la vida, incluyendo las
destrezas de la vida cotidiana, las destrezas sociales y personales, y la
conciencia vocacional y la exploración. Asimismo, la instrucción de oportunidades y destrezas del relajamiento y el recreo deben formar parte del
plan de estudios junto con la preparación vocacional y la capacitación para la
vida de adulto. En la medida que sea posible, los niños y jóvenes con retraso
mental deben educarse de una manera inclusiva, en las escuelas, aulas y actividades con sus semejantes no discapacitados.
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